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Una casa no tiene por qué cerrarse hacia la calle y este proyecto te lo demuestra. Abierta en toda su estructura la vivienda cuenta con diseño magistral.
Obra de la arquitecta brasilera Amanda Miranda, esta casa no se preocupa por las miradas ajenas; sus amplias ventanas y muros de cristal se abren hacia la calle sin prejuicio alguno. De hecho la zona de ocio y reunión, que consta de una agradable pileta y jugo de jardín, también se encuentra a la vista de los vecinos. ¡La conocemos!
La entrada de esta casa, quizás es poco convencional, no tanto por su fachada o estructura: una sucesión de cuatro volúmenes horizontales integrados, sino porque la zona de ocio y disfrute se desarrolla hacia el frente del terreno.
Diseñada en dos plantas, abajo las zonas sociales y arriba las privadas, la vivienda cuenta con pequeñas terrazas y balcones que se abren hacia el jardín y la calle.
En esta imagen se puede apreciar una agradable zona al aire libre. La pileta, diseñada en forma de escuadra, se complementa con un acogedor jardín.
La fotografía también nos da algunas pistas sobre los materiales que se emplean en este proyecto: piedra, cemento y madera son los más evidentes.
Y si de madera se trata… ¡Mirá esta división con infinidad tablas! ¡Una idea súper original que regala un juego de sombras fabuloso!
En esta casa los espacios son majestuosos. La doble altura de la planta principal es monumental. El ambiente se ve súper amplio y luminoso. Un lugar así tenía que tener una vista increíble. Y, sin duda, lo logra. Para rematar, al fondo del terreno se ha diseñado una pared divisoria cubierta de plantas. Este muro verde es una de las grandes joyas que esconde esta casa.
Y si hablamos de joyas… este rincón natural tiene un toque zen muy especial. El ojo de agua, con piedras de río, y la escultura transmiten mucha armonía. ¡Un refugio perfecto para meditar!
En todos los rincones de esta casa se respira lo mejor del diseño moderno. En el living los detalles y nichos de madera jerarquizan uno de los muros principales. Los muebles de líneas rectas y algunos de corte clásico se encargan de asegurar estilo y comodidad.
En cada espacio la composición es perfecta. Todo ha sido estudiado cuidadosamente y el resultado es ejemplar. ¡Una cátedra de diseño y buen gusto en cada m2!
La luz natural y artificial también cobra gran relevancia. En el techo se han diseñado amplios tragaluces por los cuales se filtran los rayos del sol.
La zona exterior se complementa con un moderno quincho. Este espacio que se abre hacia el jardín cuenta con una cocina, parrilla y hasta horno de barro.
A pesar de una fuerte tendencia hacia el estilo moderno, el aire rústico se destaca en algunos detalles. Esta pared de ladrillo es un ejemplo. ¡Genial!
La cocina es muy cómoda y canchera. Con múltiples zonas para guardar y almacenar, sobresale por su diseño moderno y algunos detalles.
Además de una barra súper práctica, la cocina se completa con esta zona para desayunar o degustar una comida más informal. Los tonos cálidos y algunas pinceladas de color, como el rojo rabioso que se adueña de la lámpara, crean un espacio en donde reina la serenidad.
Para finalizar, la serenidad también la vemos en el dormitorio principal. De estilo clásico, el espacio se destaca por su elegancia y formalidad.
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