Cada vez que la primavera florece, se abre un nuevo espacio en nuestro corazón para conectarnos con la naturaleza y el verde. El cuerpo nos pide la placentera caricia del sol y se despide contento de los fríos que a veces parecen dudar más de lo esperado.
Es así que toda oportunidad de estar al aire libre nos seduce y nos llena de alegría con solo pensarlo. Es momento para quienes cuentan con un patio o una terraza en su casa, de ponerlo a punto o de bendecirlo con una renovación.
Hay muchos estilos que se llevan muy bien con estos espacios abiertos, pero el que realmente cautiva a muchos por su estética simple y cálida, es el rústico.
En este libro de ideas te proponemos un viaje que estamos seguros te encantará, te llevaremos por diez versiones rústicas de nuestros expertos para que te llenes de inspiración y de amor primaveral.
Una terraza se transforma con la impronta rústica en un festival de texturas ricas y suaves. Mimbre, madera y cerámica son los protagonistas de este rincón en las montañas.
La iluminación correcta hace que un patio rústico se llene de esplendor. Las luces resaltan los materiales sencillez y la simplicidad de la composición.
Las temperaturas templadas y cálidas son el escenario perfecto para que la decoración rústica de nuestro patio se llene de vida y frescura.
Las casonas urbanas tienen el privilegio de albergar en sus entrañas esos patios típicamente porteños donde las enredaderas se trepan por los muros a la hora de la siesta.
Pop Arq se da el lujo de poner su diseño para embellecerlo con detalles rurales.
Nunca es tarde para crear tu propio refugio en el que nadie te moleste y donde la naturaleza se exprese como tal cual es. frondosa y abundante.
Imposible negarse a esta atmósfera tan íntima que crea un patio interior donde todas la habitaciones convergen en él. Simpleza y colores tierra acompañan este viaje a lo más profundo de nuestro ser.
Son pocas cosas las que se necesita para disfrutar de la atmósfera relajada de un patio. Junor Arquitectos ha seleccionado tan solo unos bancos de madera rústicos y la tenue luz de unos faroles antiguos.
Lo rústico es sinónimo de simpleza, de darle a cada objeto la tranquilidad de ser él mismo en su sencillez. Es una forma de disfrutar los espacios por lo que son y no por lo que aparentan ser.
Un patio rústico también es aquel que se nutre del verde la naturaleza y lo hace un componente más. Los jardines verticales son encantadoras ideas de que la sencillez de la piedra se llene de frescura y vida.
Si estás decidido a darle a tu terraza un sello rústico importante, entonces no podes dejar de lado algún mobiliario confeccionado con paletas de madera. Elemento sustentable, ecológico y renovable. ¿Qué más se puede pedir?