La cocina es el espacio de la casa que por excelencia debería estar más limpio, organizado e inmaculado por razones obvias: es aquí donde son preparados los alimentos que consumimos y preparamos para nuestra familia. Y créenos… Hay muchísimas ocasiones en la que este espacio parece estar limpio por fuera, pero en realidad estamos llevando contaminación cruzada a nuestros platos.
En particular hay 6 errores que son los más frecuentemente encontrados al momento de hacer tareas simples en la limpieza de la cocina, tan sencillos como lavar la loza de forma incorrecta… Este libro de ideas es para que conozcas estas equivocaciones, veas si te identificas con ellas, ¡y no las cometas nunca más!
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El acero inoxidable es muy popular en la cocina, bien sea en los electrodomésticos o como material de base para repisas y mesones de trabajo; y con el tiempo puede verse rayado o en mal estado… ¿Lo estás limpiando correctamente? La verdad es que el acero no debe ser aseado con detergente normal, sino con limpia-vidrios o vinagre, para evitar abolladuras y manchas.
A la hora de organizar la cocina y especialmente si ésta es pequeña, se pueden cometer muchos errores en su distribución; como por ejemplo, no dejar un área especialmente destinada al trabajo de cortar las verduras o carnes y no asignar una tabla diferente en buenas condiciones para cada una de estas dos tareas (y así evitar la contaminación cruzada)
La tarea de limpiar el horno puede resultar increíblemente tediosa, por lo que posponemos el mayor tiempo posible hacerlo. Lo peor es que de esta manera solo hacemos más difícil el trabajo para nosotros mismos, pues la grasa pegada con más antigüedad es más difícil de sacar y puede dejar marcas para siempre, además de impregnar un olor que no deseamos en la comida que horneamos. Lo ideal sería limpiarlo una vez al mes.
Quizás exagerar con la limpieza tampoco es lo más adecuado, pues hay quienes al momento de cocinar o simplemente tener alimentos en las encimeras o mesones, se toman la tarea de barrer. Al hacer esto, levantan polvo y partículas que irremediablemente pueden adherirse a la comida y a nivel microscópico, no se remueven fácilmente con agua. ¡Cuídate!
Si cuentas con un lava-loza eléctrico, seguro te ahorras mucho tiempo y ya te acostumbraste a la facilidad. Pero no todo se debe lavar junto y de la misma manera; por ejemplo, los cubiertos deben ser lavados individualmente con una esponja particular, pues los restos de comida pueden quedarse allí.
Si tienes vasos de cristal y ya no sabes como quitarle esas manchas que le quedan con el uso, un tip es lavarlos en 3 fases: pasarlos por un taza con agua caliente, detergente y un poco de bicarbonato; luego por una taza de agua fria con algo de vinagre, y por último agua normal para enjuagar. ¡Quedarán brillantes, traslúcidos y como nuevos!
Las superficies de trabajo como las encimeras, la isla o el desayunador deben limpiarse todos los días. Si, como lo lees, pues si lo dejamos para después el sucio también se adherirá a un nivel que no vemos y puede contaminar nuestros alimentos por estar tan próximas a ellos. Lo mismo sucede con la nevera: ¡no la limpies sólo por fuera!, cada 15 días una limpieza a fondo es lo más indicado.
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