Con el paso del tiempo tendemos a acumular objetos que, con mayor o menor acierto, han ido pasando a formar parte de la decoración de nuestro hogar. Salones, cocinas, dormitorios, baños… Ningún espacio de la casa escapa a esa extraña costumbre de anexar elementos de toda índole al diseño de interiores de nuestra vivienda aunque ello suponga romper con la idea inicial que planteamos. Esa escalada hacia un coleccionismo irracional no reconocido va desde diplomas y fotografías varias, a manteles, cuberterías, etc. A ello se añaden además otros elementos que, lejos de formar parte de nuestro particular coleccionable, asumimos como propios cuando en realidad son herencia de nuestros antepasados. En este capítulo, muebles de una línea determinada, colores de las paredes y otros recursos decorativos conforman un universo al que también podemos meterle mano.
En definitiva, se trata de elementos que no aportan nada a nuestro hogar, detalles que, aunque en origen pudiéramos pensar que contribuyen a dar un aspecto elegante al conjunto, se alejan bastante de los cánones de belleza actuales. Por eso, en este libro de ideas, recopilamos para ti una veintena de cosas que puedes eliminar de tu casa con toda la tranquilidad del mundo. ¿Listo? ¡Allá vamos!
Seguro que cuando eras pequeño te hacía mucha ilusión recibir un diploma que acreditase lo bien que habías quedado en una competición o la conclusión de algún curso o taller pero, con el paso del tiempo, este tipo de diplomas y premios han de pasar a mejor vida. No tienes por qué destruirlos, sencillamente hazte con una buena carpeta y guárdalos en un cajón.
Sí, nadie puede negar el sentido práctico de las sillas de plástico para la terraza pero ¿de verdad pensabas que eran una buena manera de darle un toque de elegancia a tu jardín? Como recurso rápido y económico está bien pero si buscas darle a tu terraza o jardín cierto aire distinguido, mejor sustitúyelas por muebles de madera o mimbre que, aunque requieran un mantenimiento mayor, también aportarán mucho más a tus exteriores.
La cocina es un espacio de trabajo y creación y, por eso, siempre debe estar en perfecto estado de revista. Con frecuencia se nos olvida que para conseguir unos resultados óptimos en los fogones, es necesario poder trabajar con tranquilidad y para eso nada mejor que eliminar de la cocina todo lo que no esté en su sitio para que siempre se encuentre limpia y ordenada.
La austeridad está bien en ciertas ocasiones pero, en el caso de los exteriores e incluso, en la fachada, lo cierto es que un diseño que no dice nada no resulta demasiado atractivo.
La alternativa a la imagen anterior puede ser esta otra, una solución sencilla pero eficaz para crear un espacio más atractivo que invita a ser disfrutado.
Como si de un piso de estudiantes se tratara, este sofá parecía haber quedado relegado al olvido, una estampa poco alentadora que, lejos de invitar al descanso parecía estar pidiendo que saliéramos corriendo.
Unos toques de color y la iluminación adecuada obran el milagro, una estampa que nada tiene que ver con la anterior. Ahora sí que este salón parece un salón y, además, lleno de personalidad. Una intervención mínima para un cambio radical.
Tan importante como deshacerte de aquello que no necesitas es hacerte con elementos que sí han de estar presentes en el hogar. La vajilla o las copas adecuadas en función de las bebidas a ofrecer, dentro del capítulo de menaje, son buenos ejemplos de ello.
¿Recuerdas aquellos años en los que te daba igual donde dormir porque te levantabas siempre hecho una rosa? Se acabaron los años de estudiante así que no tiene sentido seguir viviendo como si aún tuvieras que rendir cuentas ante un profesor. Apuesta por un descanso apropiado y dale a tu colchón el lugar que merece que, desde luego, no es el suelo.
Aquí tienes un ejemplo que aún va más allá ¿una cama sin mantas ni colchas? ¿qué sentido tiene? Ninguno. Así que si no quieres sacarle más provecho lo mejor es que te deshagas de ella y liberes espacio para poder darle otras atribuciones. Si por el contrario quieres rescatar esta habitación como dormitorio…
… ¡Voilà! Una mano de pintura por aquí, una restauración por allá, algún que otro accesorio y los textiles apropiados son capaces de rescatar del olvido un dormitorio abandonado.
Cuando pensamos en la puerta de acceso al hogar imaginamos algo más que una entrada desolada y vacía como esta. Sin duda, un diseño algo frío que no invita demasiado a conocer el interior.
La vida da la bienvenida en esta vivienda en la que el acceso se hace a través de una escalinata bordeada de verde. Una sencilla iluminación completa la estampa que, en definitiva, resulta de lo más acogedora.
¿Quién no ha buscado alguna vez impresionar a los demás? La decoración no escapa a estas pequeñas 'bravuconadas' y, en ocasiones, elegimos elementos poco prácticos solo para impresionar a alguien. Pero pasada la 'fiebre' el 'y yo más', no es necesario cargar con ciertos 'muertos'. Si no vas a usar esa enorme bañera que instalaste en el baño, lo mejor es que la sustituyas por una más apropiada o, incluso por una ducha a la que sacarás mucho más partido.
Como decíamos al inicio de este libro de ideas, a veces, hacemos elecciones simplemente por costumbre o tradición. Sin embargo, es momento de tomar las riendas de tu vida y apostar por aquello que más te gusta. En este caso, no estaría de más sustituir el color de este muro por algo más actual.
¿Sabes lo que es el síndrome de Diógenes? Pues mejor no alimentar el caldo de cultivo propicio para desarrollarlo. Empieza por tirar o vender todos aquellos muebles y objetos que no utilizas, no tiene sentido acumularlos durante años en tu hogar pudiendo aprovechar el espacio que ocupan para muchas otras cosas.
Peligro. Una casa con niños es lo más parecido a un campo de batalla, entre otras cosas, porque cualquier pieza del mobiliario puede convertirse en un arma con la que dañarse. Las mesas y muebles de cristal son un buen ejemplo de ello, así que, si tienes oportunidad, cámbialas por otros muebles con bordes redondeados u otros acabados que te permitan respirar tranquilo.
Cuándo se te cae un botón de una camisa lo coses ¿verdad? Entonces ¿por qué no arreglar los muebles que tienes dañados? Un tirador roto, un cristal rajado o una puerta descolgada pueden dañar la imagen del conjunto de tu cocina, por ejemplo, sin embargo, arreglarlos no te llevará demasiado tiempo y, si no tiene arreglo, dales un adiós por todo lo alto y prescinde de sus servicios.
No, no y no. Primero por seguridad y segundo por estética, los cables no pueden estar a la vista. Lo mejor es ocultarlos mediante los sistemas apropiados e, incluso, integrarlos como parte del mobiliario.
Las plantas son sinónimo de vida y color pero ¿realmente las que tienes secas en las macetas de tu balcón o terraza cumplen con alguna de estas funciones? Seguramente no así que lo mejor es que las elimines y, si tienes pensado tener más, cuídalas para mantener siempre el contacto con la naturaleza en tu hogar.
Muchos estudiantes requieren de un espacio agradable para motivarse y estudiar y, desde luego que este no tiene nada que ver con un paraíso estudiantil. El desorden y una mala iluminación son las claves de su diseño… Hay que deshacerse de ellos para conseguir optimizar el espacio.
Un poco de color y algo de luz natural bañando la estancia son suficientes para transformar por completo la sala de estudios. Nada como eliminar o, sencillamente, sustituir aquello que no te deja avanzar para crear espacios llenos de personalidad.
En decoración, como en la vida, cada cosa tiene su momento y, por eso, algo que hace veinte años te parecía lo más, puede que ahora se haya quedado obsoleto. Renueva el diseño interior de tu hogar para adaptarlo a tus necesidades presentes sin remordimientos por lo que dejas atrás.