El Vastu Shastra es una filosofía milenaria hindú que, similar a las teorías del Feng Shui, busca el flujo positivo de la energía y la armonización de los espacios mediante la aplicación de ciertos preceptos en la arquitectura y diseño de interiores. A través de cinco elementos: bhumi, yala, vaiú, agní y akasha, que se corresponden con la tierra, el agua, el aire, el fuego y el espacio, se busca crear ambientes de energía equilibrada, óptimos para la prosperidad, la salud y el bienestar general.
Se dice que construcciones como el Coliseo romano, el Taj Mahal o las pirámides egipcias, siguieron los principios y patrones del Vastu Shastra para su edificación.
Cada uno de los cinco elementos clave de esta filosofía arquitectónica, se asocia con la dirección de una brújula: el noroeste con el agua, el sureste con el fuego, el suroeste con la tierra, el noroeste con el aire y la zona central con el espacio. Para conseguir la armonía en el hogar, la distribución de las estancias de la casa, como la cocina, el baño o el dormitorio deben ubicarse en el lugar adecuado.
En la zona orientada al noroeste, asociada a la energía del agua, debe ubicarse la entrada de la casa. Esta zona es un lugar excelente para colocar una fuente, ya que esta atrae la energía positiva que se, según el vasto shastra, se traduce en crecimiento espiritual y en prosperidad material.
La puerta principal debe tener dos alas y éstas no deberían abrirse hacia adentro de la casa, sino hacía afuera. Las puertas, en general, no deben ser ruidosas ni tener marco negro ya que se cree que así su sueño podía enfrentarse a adversidades.
Hacia esta zona deben orientarse las cocinas, los sistemas de calefacción, chimeneas y braseros. Este elemento atrae lo divino, el positivismo, fuerzas para ser más productivos y exitosos.
Esta teoría propone ubicar hacia el suroeste el área del dormitorio y la cama. Esta energía y su ubicación atraen la energía de las oportunidades, asociadas a la ayuda espiritual y al éxito.
Esta teoría aconseja no decorar con fotografías ni pinturas que muestren guerra, rostros tristes o figuras eróticas.
Aquí se ubicarán los baños de la casa y, si lo hubiera, el escritorio u oficina. El elemento aire atrae la energía de la fuerza, tanto para la salud, como para los negocios comerciales.
La zona central de la casa debe ser un ambiente abierto, aireado, por donde circula la energía libremente. Según esta teoría en el centro del hogar no deben amontonarse ni acumularse las energías para conseguir un buen equilibrio y armonía general.
Para esta filosofía los espejos sólo deberían ubicarse en las paredes orientadas al norte o al este y nunca en oficinas y dormitorios.
Al igual que ocurre en el Feng Shui, para la filosofía hindú del Vastu Shastra, los colores son fundamentales porque influyen en nuestro bienestar, en el estado de ánimo y en la salud.
Los tonos apropiados para paredes y muebles grandes como armarios o placards son los rojos, amarillos y naranjas.
En la entrada hay que evitar el rojo, el negro y el gris, y los más apropiados para esta zona son los verdes claros, así como el azul oscuro y por supuesto, el blanco.
En la medida de lo posible, el Vastu Shastra recomienda no utilizar el negro en la decoración, ni en la pintura ni en los muebles.