La televisión se ha convertido en un nuevo miembro de la familia. La conclusión no es nueva, ya viene de los estudios sociológicos de la década del '60, cuando los aparatos de TV se hicieron populares y pasó a ser el entretenimiento hogareño por excelencia.
Por más que los gurúes de la tecnología digan que la gente está dejando de ver TV, lo cierto es que todavía goza de buena salud como alternativa de ocio. Inclusive, con los nuevos televisores inteligentes, se puede interactuar con Internet, redes sociales, y tener una auténtica programación a la carta.
Por ello, a la hora de diseñar un salón, es importante saber dónde colocar el aparato de televisión, que por suerte, al ser de pantalla plana permite muchas más opciones que aquellos pesados aparatos que imperaron hasta fines de los '90.