¿Aburrido del mal olor? Así es cómo te deshaces del olor del cubo de basura

Armando Cerra Armando Cerra
Casetas de jardin, Naipex Jardín, S.L.U. Naipex Jardín, S.L.U. 정원 창고
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Entras a casa y te sorprende, más bien te da un fuerte puñetazo en la nariz, un olor extraño, asqueroso. No lo identificas, pero tu instinto ya te dice hacia dónde dirigirte. Hacia la cocina, hacia el lugar donde guardas el cubo de la basura. ¿A quién no le ha pasado? A todos. Porque ha hecho mucho calor, porque se nos ha olvidado llevar la bolsa al contenedor o hemos querido llenarla un poco más, porque hemos echado algo que no esperábamos que oliera tanto y tan mal.

En fin, uno de esos problemas domésticos que realmente tienen fácil solución. Y como siempre hacemos en este tipo de artículos en homify, no solo hay una manera de resolver esta cuestión. Son varias las formas. Aquí van:

​Recicla separando la basura, pero limpiamente

Separar tus residuos de casa es lo más ecológico que podemos hacer. Los residuos son el gran problema para nuestro medio ambiente. Sin embargo, según como lo hagamos puede ser uno de los causantes del mal olor en casa por culpa de la basura.

Es decir, separamos plástico y envases de la basura orgánica, pero tardamos unos días en llevar esos botes y latas al contenedor oportuno. Eso si hace calor puede provocar malos olores, así que si los vais a guardar, lavarlos con un poquito con agua. Y lo mismo deberías hacer al vaciar los botes de vidrio con conserva, por ejemplo.

Y ya que separáis la basura con criterios ecológicos, porque no destinar todos los residuos orgánicos crudos para una compostera que nos proporcione abono a las plantas de la terraza o del jardín. Podemos ocultar esa compostera, que no deja de ser un contenedor donde fermenta la basura, tras un parapeto de bambú.

​Proteger el cubo con papel de periódico

Hay remedios caseros que no nos los hemos inventado nosotros. Ya lo sabían nuestras abuelas. Uno de ellos es recubrir el interior del cubo de basura con hojas de papel de periódico. Y sobre él se coloca la bolsa para la basura. De esta manera si se filtra algo o se nos sale del plástico, siempre caerá en el papel que lo absorberá. 

Ese papel a su vez, mata un poco el olor con la absorción, y en todo caso también va a acabar en la basura (para reciclar, por favor), eliminando así el problema. Como decíamos este remedio lo han usado siempre nuestras madres y nuestras abuelas. El problema para nosotros, en plena era de internet, es donde encontrar papel de periódico todos los días.

​Más remedios caseros a base de limón, café o vinagre

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Tres ideas más para que cualquier cocina no quede apestada (literalmente) por el hedor de un cubo de basura.

En primer lugar, situar cerca medio limón con unos cuantos clavos (la especia, no lo metálicos). Eso calma cualquier olor muy fuerte, por ejemplo de pescado. De hecho, también lo podéis usar en el interior del frigorífico.

En segundo, lugar colocar dentro del cubo unos granos de café. Lo ideal es en un bol bajo la bolsa de la basura, si hay espacio. Y sino en otra bolsa pequeña de tela para que puedan absorber todos los olores.

Y por último, cada vez que limpiéis el cubo de la basura hacerlo con vinagre. Actúa como un verdadero desinfectante que elimina todos los residuos que se van acumulando por diminutos que sean.

​Un biofiltro en la tapa del cubo

La tecnología también puede llegar hasta nuestro cubo de basura y conseguir que no suframos los malos olores. Se trata de tener un cubo con una tapa que incluye un biofiltro. Las ventajas son varias, ya que no se trata solo de que nosotros no olamos los malos aromas en nuestra cocina. También evita la presencia de las moscas o gusanos,  y reduce la aparición del moho con las humedades. Y es que con esta tapa podemos aguantar la bolsa de la basura de residuos orgánicos hasta que se llena por completo, sin que se expanda el mal olor.

​No a los sprays ambientadores

No solo en este artículo, leyendo otros muchos de homify se puede deducir que procuramos daros ideas, inspiraciones y consejos que sean lo más sostenibles posibles, ya que estamos plenamente convencidos de que todos debemos participar en la conservación del medio ambiente.

Este espíritu se multiplica a la hora de hablar de basuras y de residuos. Sabemos que lo más rápido tras notar el mal olor en la cocina es acudir al armario o la alacena donde tenemos un ambientador en forma de aerosol desodorante para rociar la zona e impregnar bien el cubo. Pues bien. Por decirlo rápida y claramente, eso no sirve para nada. A los pocos minutos vuelve el hedor. Para lo único que sirve es para poner nuestro granito de arena en la destrucción de la capa de ozono.

​Resguardar la basura del calor

Dentro de la cocina, el cubo donde echamos la basura lo tenemos o cerca de la galería o en algún armario bajo, alejado de las mayores fuentes de calor de los electrodomésticos, como puede ser el horno. De hecho, suele estar bajo la pila de la fregadera, ya que ahí se realizan muchas tareas de limpieza. Esta es una ubicación que tienen siempre muy clara los diseñadoresde cocinas. Independientemente del estilo decorativo que empleen, tienen muy en cuenta la salubridad de esa espacio.

De todos modos, hay que procurar que lo pongamos donde los pongamos no reciba la luz del sol directa, algo que en verano puede suponer un verdadero problema. E igual ocurre si sacamos la basura a algún cobertizo que tengamos en el jardín. Jamás hacerlo si a esa construcción auxiliar le da el sol de plano, porque supondrá un verdadero problema de salubridad. Y más en piezas de plástico, metálicas o de resina donde se concentra el calor y se alcanzan elevadas temperaturas.

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