Los cuartos tradicionales japoneses tienen el encanto de su sencillez y fragilidad. Pero una casa con esta estética tan delicada es difícil de mantener limpia con los métodos tradicionales, ya que al menos uno de los cuartos seguramente tendrá un piso cubierto con tatamis. Estas esteras de paja, al igual que los biombos o puertas de papel, tienen sus secretos a la hora de mantenerlos limpios.
Antes de empezar a limpiar una casa japonesa japonés hay que apartar los elementos decorativos como almohadones, floreros, lámparas, cuencos y otros objetos que se puedan romper. Los cuartos de la casa que no tienen tatamis se limpian con los métodos habituales conocidos por todos. Hay otros que tienen el piso cubiertos con tatamis que requieren un tratamiento especial. En general las casas japonesas tienen al menos un cuarto cubierto con 4 o 5 tatamis, y este espacio se utiliza para relax, agasajar amigos o hacer ceremonias.
Los tatamis, esas esteras de paja características de los cuartos japoneses, se limpian con la aspiradora al menos una vez por semana. Y se pasa siguiendo la dirección de las fibras para no dañarlas; en Japón hay muchas aspiradoras que tienen un “modo tatami” para poder limpiarlos mejor. La aspiradora también se debe pasar sobre futones, almohadones, carpetas y pelo o plumaje de animales embalsamados.
Al ser de fibra natural, generalmente de arroz, el tatami puede llegar a albergar insectos como ácaros o piojos de los libros, que viven en la humedad. Muchas veces los tatamis están verdes cuando se los compra, y necesitan ser aireados y expuestos al sol antes de empezarlos a usar. Para controlar las plagas hay que rociar las esteras con un repelente, en toda la superficie y también en los bordes.
Este producto específico es de uso normal en Japón, no contiene pesticidas ya que está hecho a base de agua y alcohol, y forma parte de la limpieza junto con la aspiradora. Sin embargo, si se vuelve algo difícil de controlar, lo mejor será llamar a un exterminador de plagas dos veces al año.
Una vez que se aspiró bien todo el cuarto conviene pasar un trapo apenas húmedo sobre el tatami para recoger los restos de polvo que hubieran quedado. Y repasar los rincones del cuarto con ese mismo trapo. Si se derrama algún líquido sobre el tatami hay que limpiarlo de inmediato con un trapo húmedo para evitar que aparezcan manchas oscuras. Si hubiera quedado alguna mancha rebelde se puede tratar de remover con vinagre de alcohol.
Muchas casas japonesas tienen biombos, lámparas o paneles hechos de papel de arroz o de papel shoji, que es 10 veces más resistente. Hay productos modernos que combinan el shojj con materiales acrílicos para hacerlos más resistentes, pero sin embargo hay que tratarlos con delicadeza. Se pueden limpiar con un plumero suave y luego con un paño casi seco para retirar partículas de polvo.
Dos o tres veces por día es recomendable abrir las ventanas para ventilar el ambiente, y de ser posible, dejar que entre el sol. Esto ayuda a evitar que se concentre olor a humedad. Llegado el caso, si el ambiente estuviera muy húmedo, conviene prender un ventilador.
¿Te gusta la estetica japonesa? Leé esta nota que habla sobre las cualidades de un buen futón.