Antes y después: 5 cocinas ¡irreconocibles!

Vanesa Matesanz Vanesa Matesanz
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La cocina es una de las zonas de nuestra casa que más se ensucia, se estropea… por no decir la que más. Cada X años hay que cambiar algún que otro electrodoméstico, los muebles quedan completamente anticuados, la grasa se acumula haciendo amarillear algunas zonas si no somos lo suficientemente concienzudos con la limpieza… En fin, una serie de características que hacen de este lugar uno de los más vistosos para una reforma. 

Hoy te mostramos 5 ejemplos de antes y después de cocinas que no tienen nada que ver con lo que eran antes. El cambio tras el trabajo de los profesionales es mucho más que evidente. Y es que cuando en el título de este libro de ideas decimos la palabra irreconocibles es porque realmente es así.

¡Compruébalo por ti mismo! 

1. Antes: pequeña y anticuada

Aunque en esta imagen del antes podemos apreciar una cocina que está bien cuidada y mantenida, lo cierto es que desprende una imagen de otra época… Una cocina que se ha quedado anclada años atrás en cuanto a diseño y materiales. Además dado su pequeño tamaño, que estuviese cerrada al resto de la vivienda no era una opción demasiado aconsejable, por lo que (pequeña pista) una de las cosas que se hicieron, fue abrirla hacia el exterior. 

Después: abierta y actual

Ya te decíamos que los cambios de estas cocinas eran difíciles de creer… Las paredes ya no existen, y se ha colocado este mueble que hace las veces de encimera – península – barra de desayuno. Se ha mantenido la madera como material principal de esta cocina, pero una madera completamente distinta, mucho más bonita y actual. Al fondo vemos cómo se ha aprovechado todo el espacio en vertical para el almacenaje y los electrodomésticos empotrados. ¡¡Una maravilla!!

Te invitamos a que veas más ideas de barras de cocina.

2. Antes: oscura y desordenada

En esta vivienda parte de la planta baja estaba por debajo del nivel del terreno, por lo que las modificaciones tuvieron que tenerlo en cuenta para conseguir una buena ventilación e iluminación. 

Pero aparte de este detalle, la cocina no estaba en las mejores condiciones. Los muebles se habían cubierto con telas que no eran vistosas, la distribución dejaba muchísimo que desear, los colores eran apagados… Vamos, necesitaba una reforma urgente. 

Después: ¡se hizo la luz!

Ya te decíamos que la casa estaba en una zona baja, por decirlo de alguna manera. El error estaba en pensar que eso significaba que no podía tener luz. Los expertos de Alice Bizien consiguieron que la luz entrase dentro de la medida de sus posibilidades a través de estas ventanas correderas. Se eligió el blanco y los colores crudos para el mobiliario con la única intención de hacerla más limpia, luminosa y actual. ¡Además la distribución ha mejorado muchísimo!

3. Antes: revestimientos de otra época

Esta cocina pedía a gritos un cambio. Créenos cuando te decimos que aunque sea pequeña tiene un universo de posibilidades. Los revestimientos elegidos tanto para el suelo como para las paredes no sólo están completamente anticuados, si no que no son… favorecedores. Esta cocina necesitaba un cambio radical como el que tuvo…  

Después: moderna y luminosa

El cambio de esta cocina es sencillamente espectacular. Ha pasado de ser anticuada y fea a ser una de las cocinas con mejor distribución y más acogedoras de este libro de ideas, y eso que es interior y no tiene luz natural. El color blanco siempre es uno de los que más miedo da poner en una cocina, por si amarillean los muebles y demás, ¡pero fíjate cómo queda! Nos parece una auténtica maravilla. 

4. Antes: destartalada

Esta cocina agobia con solo mirarla. Está tan recargada y tiene una combinación de colores tan poco favorecedora para un espacio pequeño… Los botes se amontonan en las estanterías, el espacio de tránsito es bastante pequeño, los detalles decorativos son demasiados (y no muy favorecedores), etc. Esta cocina sólo podía mejorar.

Después: sofisticada y elegante

¡Tatatachán! El cambio es sorprendente. El batiburrillo de colores se ha sustituido por un color blanco liso para las paredes y por madera y acero para el mobiliario y electrodomésticos. Se ha colocado muchísimo espacio de almacenaje, por lo que ha dejado de haber cosas por medio, que ensuciaban visualmente esta habitación. Es otra…  

5. Antes: de película de terror

Las otras cocinas podían parecer anticuadas o pasadas de moda, llenas de cachibaches o detalles similares. Este ejemplo es de una cocina que estaba completamente abandonada. El tiempo había pasado por ella y estaba prácticamente inutilizable, dejada a su suerte. A peor no podía ir… así que fue a mejor de una manera increíble. 

Después: blanca, gris y ¡preciosa!

Ha pasado de darnos grima a que no queramos salir de ella. Se ha elegido un mobiliario en gris y blanco muy actual y sofisticado, en acabados brillantes. Está dividida en dos líneas: en un lado la zona de almacenaje y preparación de los alimentos, y a otro los electrodomésticos. Una distribución de lo más acertada para una cocina que nos ha dejado sin palabras. 

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